El Torcal de Antequera en el municipio de mismo nombre Antequera, desde la provincia de Málaga, Andalucía, España.
El Torcal de Antequera |
Es un paisaje Kárstico de roca caliza que la erosión ha ido moldeando dando caprichosas formas.
Su formación se remonta al paisaje jurásico, cuando emergió del fondo del océano este macizo calizo. Los sedimentos acumulados en el fondo marino, se agregaban debido a la acción cimentadora de las sales oceánicas, dando lugar a verdaderas sierras de roca.
Destaca también la relación del hombre primitivo con este entorno, ya que las cavidades presentes en la roca caliza proporcionan abrigo y protección, hallándose importantes yacimientos arqueológicos de restos prehistóricos. Además toda esta zona dispone de una rica flora y fauna.
Nada más llegar a la zona de aparcamiento para visitar El Torcal de Antequera, apreciamos un camino que parece que llegará a un lugar interesante, y así es pues aquí observamos las primeras formaciones rocosas llamativas, y al final del camino un mirador con unas vistas impresionantes.
La visita al Torcal de Antequera consiste en la posibilidad de recorrer dos senderos de diferente longitud y dificultad: El sendero ruta amarilla, tiene 2750 metros de longitud y una dificultad madia, y el sendero ruta verde, tiene 1440 metros de longitud y una dificultad baja.
Estas rutas estás señalizadas por marcas de colores en el recorrido y permanecen juntas hasta que en un momento dado se separan para volver a unirse antes de la salida.
Las formaciones rocosas que se descubren en el camino son una maravilla, una verdadera obra de arte de la naturaleza.
Pero el mero hecho de recorrer el sendero a través de esta exuberante vegetación es todo una experiencia de contacto con la naturaleza y para nuestros sentidos, con sonidos y olores del campo y un ecosistema lleno de vida. Además de significar una aventura por la dificultad añadida de este extravagante paisaje rocoso, que nos guía a través de laberínticos pasillos de piedra atravesando las rocas.
Pero de vez en cuando, el camino se abre en inmensos valles prehistóricos del jurásico, en los que te imaginas perfectamente a los dinosaurios deambulando por el paisaje.
Este recorrido con un contacto tan estrecho con la naturaleza, y con inmensos espacios abiertos, es una terapia perfecta para evadirse de las jaulas ruidosas de las ciudades y núcleos urbanos, además de hacer algo de deporte.
Pero la verdad es que si nos fijamos un poco más en este lugar, rebosa la vida y belleza encantadora, desde en los lugares mas grandiosos o insólitos, hasta en los más pequeños al lado de nuestras narices o en la piedra que nos sentamos en el camino.
Es conveniente ir preparado para hacer senderismo con calzado adecuado, y llevar mucha agua, gorra y crema protectora para el sol.
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