La Cueva del Tesoro también conocida como la Cueva del Suizo, en El Rincón de la Victoria, desde la provincia de Málaga, Andalucía, España.
Cueva del Tesoro |
Es una de las 3 únicas cuevas de origen submarino que se conocen en el mundo y la única en Europa.
Toma su nombre "Cueva del Tesoro" por la leyenda que sitúa a la cueva como lugar de enterramiento de un tesoro Almoravide.
Pero la leyenda no acaba aquí ya que un suizo se obsesiono con la leyenda y paso 30 años excavando en la cueva buscando el tesoro asta que un trágico accidente con explosivos le costó la vida en 1847, pasando a ser conocida como "La Cueva del Suizo".
Muchos afirman haber sentido y escuchado a su fantasma errante por las galerías de la cueva. Se dice que su alma está atrapada en las piedras y que en algunos momentos se le puede escuchar trabajando en la excavación. Además se descubrió en la pared de la cueva una roca que había adoptado la forma de un rostro humano. Sin embargo esta cueva es famosa por disponer de otras caprichosas formas esculpidas en sus paredes y rocas por la naturaleza como la de un cocodrilo o un camaleón.
En sus galerías se han encontrado restos del Paleolítico y de la edad de bronce y una muestra muy importante de arte rupestre.
Fue Manuel Laza Palacios quien desescombró la cueva desde 1950 con un sencillo torno, hasta que se inauguró en 1974 abriendo al público, porque lo que descubrió es que el tesoro de la cueva es la cueva en si misma.
En la actualidad es visitable y ofrece un ameno e interesante recorrido, sobre todo para los niños que disfrutan con la imaginación además de con los sentidos.
El recorrido comienza en una gran sala que nos da la bienvenida conocida como salsa de la Virgen y que ya nos da una idea de las maravillas que están por venir. Esta da paso a la sala del Suizo, donde se encuentra el pozo en el que tubo el accidente y está sepultado el Suizo. Aquí también es donde se encuentra la piedra que tomo forma del rostro del Suizo, moldeada por su alma atrapada en la cueva.
Una sucesión de laberínticas galerías de formas singulares van dando paso a mas salas como la sala del Águila. Así llamada por una formación rocosa que adopta una forma parecida a la de este animal.
Continuando el recorrido hay que estar atentos para ver los mensajes que nos dejan nuestros antepasados hace miles de años grabados en la paredes de la cueva como pinturas rupestres. Un magnífico ejemplo de ímpetu humano por la expresión artística y su gran potencial de comunicación del conocimiento y la historia.
En la sala de la diosa Noctiluca debemos recurrir bastante a nuestra imaginación para verla pero cabe destacar que la formación rocosa es cuanto menos curiosa.
Entre las salas, el recorrido de pasadizos y galerías esta adornado con relucientes formaciones minerales de fantasía y formaciones rocosas singulares sacadas de las novelas de Julio Verne.
Incluso en esta bifurcación triple tenemos un guiño a la película de Los Gunis, que curiosamente esta basada en un tesoro, hasta que llegamos al plato fuerte en la sala de los lagos. Un gran espacio con manantiales de agua cristalinas que forman todo un espectáculo de formaciones, luz y color bajo tierra.
La visita termina saliendo de la cueva en un ascensor a través de un pozo que fue la entrada original a la cueva. Un sentimiento de nostalgia por las maravillas que dejamos atrás se cruza con un sentimiento de alivio al dirigirnos a un hábitat mas compatible con nuestra supervivencia "La Superficie".
No hay comentarios:
Publicar un comentario