La Alcazaba de Almería

La Alcazaba de la ciudad de Almería, en la provincia de mismo nombre Almería, Andalucía, España.

La Alcazaba de Almería

Se puede ver desde cualquier lugar de la que fue la ciudad más grande construida por los árabes en Andalucía. Abderramán III construyó esta magnífica fortaleza, aunque fue reformada posteriormente tras la reconquista por los Reyes Católicos y Carlos I.

Destaca por su capacidad defensiva y amplio dominio sobre el mar, por su emplazamiento en alto sobre el Cerro de San Cristóbal.

Fue declarada bien de interés cultural en 2004, con entrada gratuita para los ciudadanos de la UE. Las vistas de la ciudad de Almería y el puerto son excepcionales. El recinto cuenta con tres partes diferenciadas, dos de origen árabe y otra posterior cristiana.

Un primer recinto: Que contenía viviendas pero que hoy día alberga unos jardines de origen árabes muy bonitos, para pasear y deleitarse con su vegetación y otros detalles como un curioso sistema hidráulico que discurre a través del jardín por canales, aljibes, fuentes y hasta por escaleras.

Un segundo recinto: Formaba una pequeña ciudad palaciega con casas aljibes y mezquitas, además de un estanque a modo de patio árabe con una fuente al fondo.

En el lienzo de muralla que la separa de la primera zona se encuentran dos torres, una a cada lado. Toda esta zona es visitable y contiene salas de audiovisuales y exposiciones, además de una capilla y un aljibe califal, muy interesante recreado por un espectáculo de luces y sonidos. También en esta zona encontramos una vivienda árabe reconstruida representando la forma de vida de la época.

Más adelante encontramos un conjunto arqueológico de ruinas de edificios árabes como palacios, habitaciones, baños, aposentos reales.

El tercer recinto: Es un castillo adentro de la fortaleza, en su zona mas alta, con un foso y un puente levadizo, además de tres grandes torres: De la Pólvora, de la Noria de Viento y del Homenaje. Además tiene un gran patio de armas. Es de época cristiana ya que el castillo fue mandado a construir por los Reyes Católicos tras la reconquista.